Sé lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Da igual cuántas veces te cambies de peinado, o a cuántos gimnasios te apuntes, porque sigues acostándote cada noche repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal. Cómo en ese instante pensaste que eras tan feliz. A veces incluso logras convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta.